martes, 31 de agosto de 2010

La bondad de la recta vieja (o algo así)

Nati querida. Soy Majo de La Plata, tengo 29 años y estudio bibliotecología. Como materia introductoria, me tuve que comer Socioestadística. Siempre me pareció terriblemente aburrida, hasta que una tarde pensé que quizá podía darle usos prácticos. Y este es uno de ellos:

Según entiendo, la regresión mínimo cuadrática plantea una recta teórica, alrededor de la cual quedan residuos o errores. Este análisis, hace que la suma de los cuadrados de los errores por encima y por debajo de ella, se haga mínima, se anulen mutuamente. Entonces...

Si en la vida cotidiana, planteamos una recta teórica, llámese arbitrariamente "recta moral o ética". Podremos cometer cuantos errores queramos en la vida, ya que si conseguimos que se equiparen por encima y por debajo de la recta, se anularán mutuamente. De esta forma, es posible que a pesar de cometer tantísimos errores, no hayamos cometido ninguno.
Ejemplo, yo defino mi recta de buen comportamiento. Y luego, le pateo el bastón a un anciano haciendo que se vaya de jeta al piso. Primer error. Entonces, le compro centenares de flores al mismo viejecito. Pero esto es otro error, el segundo, ya que el viejito en lugar de alegrarse se siente dentro de su funeral. No importa, he cometido un error por encima de mi recta y otro por debajo. De modo que no he cometido ninguno.

Es más que conocida la idea de "compensar" una mala acción por una buena. Pero con este método, deberíamos compensar un error con otro error (de igual intensidad pero dirección opuesta), lo cual es revelador. Claro que deberíamos pasarnos la vida cometiendo errores, pero ¿no es eso lo que hacemos los seres humanos?

Lo consulté con varios amigos pero se remitieron a indicarme que deje de drogarme o consulte con un psiquiatra. Por eso quería preguntarte a vos qué opinás al respecto. ¿Creés que tal cosa es posible? ¿Puede aplicarse la teoría de errores a la vida misma?

Espero tu respuesta y desde ya, muchísimas gracias.




Respuesta:

Majo: Por empezar no creo haber entendido del todo tu pregunta (ok, lo reconozco, mi nivel de atención es bajo). Si no me equivoco es algo así como que si cometemos dos errores, uno para hacer un mal y otro para hacer un bien, estarían contrarrestando y sería como no cometer ninguno. Me parece una reflexión muy sesuda. Pero ¿qué pasa si la recta de bondad del viejito está un poquito más abajo que la tuya? ¿Seguiríamos aplicando la misma teoría de que un error se contrarresta con el otro? Mmm… sería genial graficarlo, pero no sé cómo.

Haré el intento:


Tu recta de bondad:



Ahora bien…

Veamos qué es lo que sucede si la recta de bondad del viejo está por debajo de la tuya:



Entonces, podemos ver que para el viejo es mucho mejor que le pateen el bastón a que le regalen flores. Sabemos que una caída puede provocarle la muerte, cosa que al parecer le molesta menos que el funeral.

Por ende, es mejor andar pateando bastones sin culpa.

A esto se puede objetar el hecho de que no todos tienen la recta de bondad por debajo de la propia (aparte ¿cuál sería la propia? ¿La tuya? ¿La mía? ¿La de él?), pero resulta que vos me pusiste el ejemplo clarito de un viejo, y los viejos SIEMPRE tienen la línea de bondad más abajo: están hartos, más impacientes, más chinchudos… ya no nos soportan.


De todos modos voy a decirte lo que alguien me comentó (no develaré la fuente): aparentemente los errores, estén por debajo o por sobre la línea, siempre suman. Vos fijate…


Y eso es todo.



Nati


P.D.: Con respecto a lo del psiquiatra… no quiero ofenderte, pero… te puedo recomendar al mío.



jueves, 19 de agosto de 2010

El iPhone y su libido

Querida Nati que responde,

Luego de meditarlo un tiempo, me decido a escribirte... no es que no haya querido antes, pero no encontraba tema; hasta que hoy, en mi rutina matutina, abro una página de internet muy conocida y encuentro el siguiente titular como noticia:

Los dueños de iPhones tienen más sexo

Me llama mucho la atención, y en mi interior se gesta la primer impresión de la lectura: "A quién coños se le ocurre sacar una noticia de este tipo, y además, en qué se basarán?.... Por lo que sigo leyendo...

miércoles 11 de agosto, 9:33 AM

MÉXICO, D.F., agosto 11 (EL UNIVERSAL).- Entre los usuarios de teléfonos inteligentes, aquellos que poseen un iPhone tienen en promedio un número mayor de parejas sexuales en comparación con los que usan BlackBerry o algún equipo con sistema operativo Android

Ajam... entonces... digo, y gesto mi segunda opinión, un tanto más elaborada tal vez... "Entonces, si una quiere conseguir un poco más de acción sexual (por no decir sólo: UN POCO DE ACCION SEXUAL... quitando toda palabra "MAS" que indica que la haya...), sólo debo conseguir un Iphone?
Yo no sé qué fue lo que cambia en nuestras épocas, pero veo que hasta los temas más delicados e íntimos empiezan a tecnologizarse... es necesario un teléfono último modelo para este tipo de situaciones? Qué será lo siguiente? HIJO al 2020 y te mandan un pibe por correo??????

Espero entiendas mi inquietud... y compartas un poco, que antes que un TKM vacío en un mje de texto, era mucho mejor una carta escrita a mano por la persona en cuestión, a veces hasta con lágrimas marcadas en el papel y en la tinta, si se trataba de algún tipo de desencuentro o súplica de reconciliación....

Hasta pronto,
Soledad de Viila Crespo



Soledad:

Debo decir que tu pregunta me llamó mucho la atención. Es raro que haya gente intentando hacer estadísticas sobre algo tan improbable. Tal vez quieren encontrar respuestas a su falta de sexo. O quizás lo que hacen es crear la expectativa para así lograr que la gente consuma más tecnología. Es como si yo (sólo por poner un ejemplo), que uso un Nokia 1100 necesitara cambiar de aparato (me refiero al teléfono) para tener más de esa acción sexual de la que hablás (y es sólo por poner un ejemplo, insisto).

Creo que para tener mayor cantidad de parejas sexuales no necesitás un iPhone, lo que necesitás es otra cosa. Tener un iPhone te hace tener más “acción” que el tener un BlackBerry, pero siempre y cuando tengas sexo.

Según esta (mal llamada) investigación, la abstinencia depende de un teléfono celular, que a su vez depende de un ingreso económico, que a su vez depende del trabajo que tengas, que a su vez depende de la educación, que a su vez depende de un ingreso económico, que a su vez depende del trabajo, que a su vez depend… y así podemos estar hasta el 2012.

Ahora bien… ¿Qué sucede con el voto de castidad? ¿Qué pasa si una religiosa se compra un iPhone? ¿Tendrá más sexo que la otra religiosa con BlackBerry? ¿Y si tienen sexo entre ellas? Se les va al cuerno la estadística, porque se estarían anulando entre sí.

Podríamos pensar un poco más allá, en términos comerciales. Bien sabemos que todo esto es una movida publicitaria, entonces no descartemos la posibilidad de que el iPhone ya venga con algunos contactos predeterminados, y de esta forma, la encuesta tiene toda la razón del mundo. De ser así, deduzco yo, también debe tener una garantía… digo… alguien se tiene que hacer cargo de una mala cita. Y en el caso de terminar en matrimonio, el padrino me parece que es el Gerente General de Apple (pero esto último no me consta).

Con lo referido a la tecnoligización debo decir que te quedás corta; si mandás HIJO al 2020 no te van a mandar un pibe por correo… como mucho un CHIP ¡¡¡Pero eso sí!!! Vas a poder pagarlo en cómodas cuotas, lógicamente nada de efectivo (ya no corre más ver la plata, a menos que sea para comprar los puchos). Por MercadoLibre ya están apareciendo las primeras versiones de los NIÑOSCHIP.



Conclusión: Por las dudas comprate un iPhone, pues no quiero que mis consejos vayan a ser los responsables de tu falta de sexo.


Saludos


Nati

viernes, 13 de agosto de 2010

El pasaporte a la vida

Señorita Nati:

Mi nombre es Anastasia y soy de Castelar. Anoche estuve pensando y me urge tener una respuesta de su parte.
¿Tengo que sacar el pasaporte? Esta pregunta no me dejó dormir. Pensaba: "Si tengo la oportunidad de viajar, tengo que tener pasaporte... o espero al próximo mundial? Pero el próximo mundial es en Brasil y para ir al hermano país, no necesito pasaporte, o si?"
También pensaba en Los Beatles y en Gaby, Fofó y Miliki. Ellos tenían pasaporte; si no lo hubieran tenido, no hubieran viajado y tal vez su éxito no fuera el mismo.
¿El pasaporte es un seguro para tener éxito? ¿El que no tiene pasaporte no tiene éxito? Mi tía Eulalia nunca tuvo pasaporte y jamás salió de Merlo. ¿Los Tres Chiflados tenían pasaporte?
Hasta aquí mis dudas, si pudiera responderme tal vez pueda dormir.
A propósito, ¿dónde tengo que sacar el pasaporte? ¿Sabe cuánto sale el trámite?
Si puedo sacarlo, tal vez pueda viajar a Misiones a visitar a un tío que quiere regalarme una iguana para mi sobrino Carlitos. El se pondría muy contento.
Gracias, señorita Nati, despeje mis dudas y Dios la bendecirá.
Ojo que son 8 preguntas eh!!!
Atte
Anastasia (Anas para los amigos)



Querida Anas para los amigos:

Para tener éxito es necesario, según lo que estuve averiguando:
  • Internet
  • Un plasma
  • Ser de la comunidad Movistar
  • Comprar en Frávega
  • Un iPhone
  • Una impresora Hewlett Packard
  • Tomar Coca-Cola
  • Ir a Slim
  • Sacar un crédito por el Banco Francés. Adelante
  • Consumir Cinzano como el dandy
  • Usar Pantene
  • Y tomar Reduce Fat Fast para ser como Marcela Brane
Sinceramente no creo que sea necesario tener pasaporte, a menos que creas que para tener éxito haya que salir del país, una conducta típica de la globalización y del capitalismo que tanto me enferma.

Ojalá que te sea de utilidad la respuesta.
Saludos a la tía Eulalia.

Nati

P.d.: Si mal no tengo entendido, no hace falta pasaporte para ir hasta Misiones. Así que cuando vayas te encargo una iguana para mí también. Parece que es lo último tener un reptil como mascota y no me quiero quedar arafue.

miércoles, 4 de agosto de 2010

La rara TV

Hola querida Nati Responde!

Realmente me encuentro algo nostalgioso al ver el "libro - homenaje" hacia mi querido Jorge Guinzburg, y comenzaron a llover recuerdos de distintos
programas en los que estuvo, "Mañanas Informales", "La Biblia y el calefón", etc. Creo que era un verdadero genio, de esos que ya no quedan, ni habrá otro igual. Una gran pérdida junto al gran cantante Sandro. Dos únicos. Luego cambio de canal, y me encuentro en otro programa hablando como si fuera una suerte de "cadena nacional" de la ida de Fort del programa de Marcelo Tinelli. Lo veo un rato y estuvieron fácil como 20 minutos hablando de eso (por lo menos).
Entonces paso a preguntarme, ¿cómo puede ser que un recuerdo hacia al maestro del humor de los últimos tiempos (J. Guinzburg) dure apenas unos pocos minutos, y la otra noticia mediocre largos minutos con gran rating? ¿Es posible que nosotros estemos
haciendo esta "tele basura", por llamarla de algún modo? ¿Esta es la televisión argentina? ¿Y seguir sin una mínima reflexión aunque sea?

Espero tu respuesta sincera,
Saludos y gracias,
Marcelo Hugo, de Bolívar.





Marcelo Hugo, de Bolívar:

¡Che! ¡No hay que ser tan malos! Hay que pensar que Jorgito quedó en el corazón de todas las personas, en cambio Fort quedó en las muelas (confieso que el MARROC es una de mis golosinas favoritas).

¿Qué hace falta para trascender?: ¿Una billetera abultada? ¿Transpirar como un chivito? (no sé si vieron cómo suda ese hombre) ¡NO!

Para trascender hace falta mucho más que eso. Hace falta ingenio, picardía, voluntad y gente que te admire, y NO gente que te cobre.

En menos de lo que canta un gallo, la prominente mandíbula de Ricardo Fort servirá para suplantar al Cuco y al Hombre de la bolsa a la hora de asustar a los más niñitos.

Mientras que Jorge Guinzburg figurará en el Pequeño Laurousse Ilustrado en la parte de personajes importantes:

GUINZBURG, Jorge Ariel: (Buenos Aires, 3 de febrero de 1949 – 12 de marzo de 2008) periodista, humorista, productor teatral, conductor de televisión y radio argentino.

Comenzó su carrera junto a Carlos Abrevaya. Trabajó junto a Juan Carlos Mareco, Cacho Fontana, Tato Bores. Se consagró en La noticia rebelde, y le siguieron programas como Peor es nada, La Biblia y el Calefón entre otros. Falleció a los 59 años.